Objetivo 2050; hacia la descarbonización de los edificios
Las políticas europeas de los últimos años caminan con paso firme para lograr establecer en los países de la unión un sistema energético, sostenible, competitivo y descarbonizado con el horizonte puesto en 2050. Tres décadas quedan por delante para trabajar en la lucha contra el cambio climático en todos los aspectos de la sociedad luchando para conseguir una reducción drástica de la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de hasta un 40% en 2030 y hasta un 80% veinte años después. El parque inmobiliario es el responsable de nada menos que del 35% de las emisiones de GEI en la UE (atendiendo a calefacción y refrigeración), lo que lo convierte en un sector prioritario de actuación.
Por delante de las emisiones de gases contaminantes procedentes de edificios tan solo se sitúan las que se originan por el transporte (40%) además de la industria, responsable del un cuarto de las emisiones de GEI. Otros informes, como el de la Agencia Europea del Medio Ambiente, aplican a los edificios todavía una mayor responsabilidad en la emisión de gases como el CO2 ya al gasto energético del uso de los edificios le añaden los costes energéticos en la construcción, el uso de gases fluorados, los residuos producidos así como el transporte de materiales. Este compendio de factores disparan la emisión de GEI con procedencia «inmobiliaria» hasta un 56%. Por tanto, son urgentes las medidas de choque para lograr establecer un sistema energético, sostenible, competitivo y descarbonizado para nuestros edificios consiguiendo una transformación económicamente rentable de los edificios existentes en edificios de consumo de energía casi nulo (EECN).
Los porcentajes objetivo de reducción (40% en 2030 y 80% en 250) vienen recogidos en la Directiva de la Unión Europea de Eficiencia Energética UE 2018/844. La Directiva de Bruselas ampara una estrategia que cada país debe trazar a largo plazo para apoyar la renovación de sus parques de edificios y su transformación en edificios con alta eficiencia energética y consumo de energía casi nulo (EECN), logrando la ansiada descarbonización.
La ERESEE prevé una actuación urgente sobre dos millones de viviendas
En España, la ERESEE (Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España) establece el marco de trabajo para lograr los objetivos. Para conseguir las metas fijadas y mejorar en la eficiencia energética del parque inmobiliario se detectan tres aspectos clave en las actuaciones:
- Coordinación de las políticas de rehabilitación edificatoria, energéticas y ambientales entre las diferentes administraciones nacionales, autonómicas, provinciales y locales.
- Financiación y fiscalidad a través de la puesta en marcha de medidas e iniciativas que incentiven y faciliten la adecuación y transformación de las edificios.
- Pobreza energética como elemento básico contra el que luchar para conseguir que el sistema energético sea sostenible y además impulse la salubridad y la calidad de vida de los habitantes.
De los veinticinco millones de viviendas que forman el parque inmobiliario español, alrededor de un 16% (unos dos millones) se encuentran en mal estado de conservación. De ellas 9 de cada 10 son anteriores al CTE (Código Técnico de edificación) e incluso 4 de cada 10 (alrededor de 1.200.o00) incluso son anteriores al NBE-CT 79 y carecen de aislamiento. Para conseguir una mejora de la eficiencia energética efectiva en la vivienda debe de ponerse en marcha una secuencia lógica que se englobe dentro de un proceso de rehabilitación integral.
- Reparación y subsanación de patologías -si las hubiera- como por ejemplo humedades, fisuras, desprendimientos…
- Aislamiento de la envolvente completa del edificio (fachada, cubiertas y ventanas).
- Mejora y/o sustitución de equipos de calor y frío (climatización-calefacción) para lograr una mejora de la eficiencia energética.
- Incorporación de equipos y sistemas que utilicen energías renovables (fotovoltaica, fototérmica, biomasa)
La renovación del parque de edificios y su transformación en edificios con alta eficiencia energética y consumo de energía casi nulo (EECN) será un enorme paso para lucha contra el cambio climático.